Un antecedente que llama la atención es que los adolescentes no han perdido la esperanza, y se demuestra en que siete de cada diez niños y adolescentes que trabajan en condiciones inaceptables aún tienen la ilusión de ser profesionales y alcanzar estudios superiores. Es por ello que usted puede apoyar el logro de estos sueños, y poner en práctica acciones muy concretas.
lo que usted puede hacer:
Si bien la legislación exige que todo adolescente trabajador debe estar matriculado en un establecimiento educacional, usted como empleador puede tener un sistema de incentivos que faciliten la incorporación y retención de los menores de edad en la escuela, respetando la jornada máxima de 30 horas semanales.
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Apoyar economicamente
algunos costos asociados hasta que el adolescente finalice la educación obligatoria. Por ejemplo:
matrícula, materiales de estudios, uniforme.
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ser flexible
en cuanto a horarios y carga laboral en época de exámenes, con la posibilidad de que tenga un lugar en la empresa y
un tiempo para repasar las materias.
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proporcionar un mejor empleo
al trabajador una vez que complete la educación obligatoria.
Recuerde
Preguntar al adolescente, ¿qué has aprendido en la es- cuela? Refuércelo positiva- mente y felicítelo cada vez que observe una conducta positiva relacionada con sus estudios.
Tome nota
Permita que el adolescente pueda aplicar en la empresa los conocimientos adquiridos en especial si asiste a un liceo técnico profesional.